miércoles, 30 de diciembre de 2015


Unas vibraciones acumuladas en los motores subieron desde el subsuelo en forma de hilo eléctrico y me hicieron temblar. Me mire las zapatillas. Cuando levante la cabeza, Barbara me beso con la intención de dar un espectáculo: el de la verdad del amor, protagonizado por ella conmigo de partenaire. De nuestras bocas abiertas salio un perfume a café y a medialunas de manteca. Fui al baño con la poronga por la nubes y me hice una paja con una mano dormida por el frío, la famosa paja con "mano prestada": excelente. Acabe en un trozo de papel higiénico, lo envolví con un papel mas largo y acerque el bollo a la nariz de Barbara. Lo olio. Olio el río. Volvió a oler el bollo: "Moco?" Se lo acerque un poco mas: "¡Leche! ¡No te lo puedo creer! Sos un enfermo" Toco el papel con la punta de la lengua y lo guardo en la cartera. (pag.24)