viernes, 29 de julio de 2016

Portadas

                                               


Empiezo con esta portada por que me parece la más fea que he visto. Que pasa con los escritores, tanto trabajo para luego abandonar la obra en manos de un diseñador flojo y desinteresado. Cualquiera puede hacer esta portada con una maquina enchufada al internet. Entiendo que pueda haber mucha excitación al ser publicado en una editorial tan importante como PRH. Pero vamos, tanto apuro solo puede llevarnos a realizar un trabajo mediocre. Entiendo el libro como un todo, una totalidad que empieza desde la portada. Acaso no se han dado cuenta que el libro tiene la forma de puerta. Una puerta que nos invita a descubrir una realidad potenciada y complejizada. La obra empieza desde afuera, tapa y contratapa no están excluidas, vamos, no se trata de salir del paso. Cumplimos y punto. Que distintas la portadas de un escritor que es publicado en España, al menos una fotografía cumple el cometido                                                                                                               

cuando la imaginación del diseñador, no da para más. No quiero imaginarme que se trata de dinero. Pienso que la cosa va de apuro y falta de pasión. Planeta en cambio parece que las piensa un poquitin más. Solo hay que mirar las portadas de Los Nuevos Juguetes de la Guerra Fría, La Conciencia del Limite Ultimo, para darse cuenta que la diferencia existe. Que historia hay detrás de esa imagen? En mis años de librero he visto muchos libros discriminados por su portada, pues parecían indicar que el contenido no podía ser mejor. En algunos casos, sin la recomendación oportuna del librero, hubieran caído en el olvido. Recordando estos asuntos, me viene a la memoria una caratula tan fea, o quizá era Kitsch que se convirtió en un objeto de culto para todos los que trabajábamos en la librería. Cada vez que había ocasión, nos referíamos a ella agregándole nuevos detalles. Cada quien tenia una anécdota con ese libro.  Como la vez en que un tipo vino a preguntar por un libro y nos dimos con la sorpresa que el tipo que salía en la portada vestido de bombero era el mismo autor, el mismo tipo que estaba parado frente a nosotros y en que en pleno invierno, vestía una camisa hawaiana que dejaba al descubierto la pelambrera cana de su pecho. 
Personalmente he desahuciado varios libros por ese motivo. Que pasa con los escritores, por que permiten portadas como esta:
                                                      

Cuando esta novela llego a la librería, le rompí el forro al instante. Tranquilos, hago lo mismo con todas las novedades que me interesan, no hago énfasis por ninguna editorial en particular, me encanto por la obra, el autor, la historia. Deseaba leer sus primeras paginas a pesar de la horrible caratula. Acaso no hay sinapsis entre el buen gusto y la inteligencia. Si yo fuera el autor de este libro, y me pasan esta portada, los mando a volar. Acaso no le mandan al autor varias portadas para que elija la que mas le gusta, o es solo un detalle para los consagrados. El editor que debe ser un capo y debe meter las narices en todos los aspectos del proyecto, tiene que hacer su trabajo y evitar que esto sea publicado. En sus inicios, Estruendomudo renovó con sus portadas y no me equivoco si eso también fue un ingrediente para que ese grupo de autores se volvieran conocidos. Al menos eso me paso cuando leí por primera vez a Luis Hernan Castañeda. Había leído algunas reseñas pero cuando vi la portada de su libro, no lo pensé dos veces. Si ya se, no es lo máximo, pero en este caso y en aquella época era la novedad. 


Ustedes pueden hacerlo mejor si no miren las portadas de PRH Argentina:







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