domingo, 31 de mayo de 2015



Miss Lonelyhearts se quedó sentado en el porche viéndola trabajar. Estaba completamente desnuda, tan solo llevaba un pañuelo a cuadros recogiéndole el cabello. Parecía un poco rellenita, pero cuando se estiraba para colgar algo su exceso de carne desaparecía. Al levantar los brazos, sus senos se alzaban semejantes a dos pulgares de punta rosada.
No corría ni un soplo de viento que pudiese perturbar la fuerza que emanaba de la tierra. Las verdes hojas colgaban brillantes bajo el cálido sol como un ejercito de pequeños escudos metálicos. En algún lugar del bosque cantaba un tordo. Su canción sonaba como una flauta atascada por la saliva.
Betty se detuvo con los brazos en alto para escuchar el trino.Cuando el pájaro callo, se volvió hacia Lonelyhearts con una risita de culpabilidad. Él le envió un beso. Betty lo recogió con un gesto infantilmente sexual. Él salto sobre la barandilla del porche y corrió a besarla. Cuando cayeron juntos al suelo le asalto un olor que era una mezcla de jabón, sudor y hierba aplastada.

Miss Lonelyhearts. Nathanael West.

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